Ripley ha estado enamorada de su tío adoptivo, Mase, desde que salió de la cárcel.
Aunque se han acechado con los ojos durante mucho tiempo, no han actuado sobre su atracción ardiente y el reloj está empezando a correr.
Ripley se va a la universidad la semana que viene y no quiere irse sin saciar el hambre que ha despertado con sus manos de motorista con cicatrices y su gran cuerpo tatuado.
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